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Showing posts from January, 2006

Escena bizarra del mes nº 453

Es como cuando tomás conciencia de estar en una situación o en un lugar en el que nunca te hubieses imaginado estar. Por ejemplo, tomando cerveza y jugando al truco con tus ex compañeros del secundario en la quinta de uno de ellos, el que hace 10 años que no ves. Con tu novio del jardín de infantes que cuenta la anécdota a todo el recién llegado que no la sepa y aclara: "pero ojo, que nunca le dí ni un beso, el tema es que ella decía que era mi novia, pero estaba enamorada de mi amigo y le regalaba cosas a el, pero mi amigo no le daba bola" y una piensa, "ajá, entonces siempre fue igual la cosa". Para completar el panorama, como si esto fuese poco, del otro lado lo tenés a El (el era compañero del secundario), con el que evitás rozarte el brazo para no empezar a los besos, aunque compartís cigarrillo y tomás del mismo vaso de cerveza. El cuadro bizarro finalmente se cierra cuando se te acerca la hija de otro de tus compañeros, con el peine y una hebillita a pedirte

Villa Gesell. Día Uno. Hora Cero. Anécdota Nº 23

Amiga y Loca ya habían elegido. Vos el rubiecito, yo el enano o el que salió de la carpa a los gritos (si, si, nunca alguien "normal", ya se). El de los gritos abrió la boca y dejó de ser un posible candidato. Así que me quedaba el enano. Día de quincho, jugar a las cartas, lluvias torrenciales, todos en la carpa que filtraba, todos a la carpa de las chicas, todos comemos pollo con la mano, todos rompemos la carpa de las chicas, todos a la playa. Música, bebidas, muchas. Loca y enano inexplicablemente se ponen a bailar (Loca jura y perjura que nunca lo buscó). Enano intenta en vano enseñarle a bailar un paso a Loca. El resto del grupo intenta enseñarle el paso a Loca y lo logra, salvo el enano. Pero igual, eso no importaba. Enano besa a Loca. Loca responde. Enano y Loca se besan, se besan, se besan. Mar de fondo, arena, estrellas. Vuelta al camping. Se siguen besando. Carpa libre. Se siguen besando. Loca duda. Enano duda. Enano dice: bueno, si querés dormimos. Y bueno, dice L

¿Me convidás un mate?

Hay ciertas preguntas, simples ellas, que al ser formuladas pueden cambiar el rumbo de un dia, de dos, de un fin de semana, ponéle. Así es como la pregunta ¿me convidás un mate? dirigida a un grupo de campamentistas en la costa el sábado a la mañana cambió el rumbo de todo el fin de semana de Amiga y Loca trayendo una seguidilla de eventos desafortunados algunos, afortunados otros, pero bizarros todos. No me explayaré demasiado, ni les contaré con lujo de detalles todos y cada uno de los momentos. Los partidos de pool que gané sin saber jugar. La cena que compartimos 9 en una carpa, comiendo pollo con la mano. La cantidad de alcohol ingerida sin siquiera una resaca. El baile a la noche en la playa. Todos jugando después al Daytona en la peatonal. El que estaba en pedo y vomitó el Daytona. El otro que estaba en pedo y quería levantar chicas de 13 años. La lluvia, la lluvia, la lluvia. La lluvia sentados en otra de las carpas, los 9, en ronda, en silencio, a oscuras porque se había corta

Cómo se llama la obra?

Escena 1: Loca pasa por casa de amiga para salir a tomar una cerveza. Escena 2: Loca sube, se toma unas cervezas con amiga y chatea con Desconocido que estaba online en el MSN. Escena 3: Ante la sugerencia de amiga, Loca invita a Desconocido a salir a tomar cerveza. Escena 4: Loca y amiga caminan buscando bares y otros amigos que llegarían al lugar, cuando Desconocido aparece. Escena 5: Loca, amiga y Desconocido se sientan en un bar. Piden cervezas. Desconocido no toma. Loca y amiga toman y se rien. Los otros amigos no llegan. Escena 6: Amiga de loca decide irse del bar. Escena 7: Loca y Desconocido charlan, charlan, charlan. Hablando de la amistad, desconocido dice algo así como "porque nosotros nos podemos hacer amigos". Escena 8: Loca sugiere ir a otro lugar. Desconocido acepta. Escena 9: Salen del lugar, Desconocido le pregunta a Loca si se toma un taxi. Ella opina que es mejor tomar el colectivo. Escena 10: Loca y Desconocido en la parada del colectivo charlan. Llega el

Post dedicado a desconocido que se niega a leer el blog.

Desconocido: Aunque no tengas un solo libro en tu casa, aunque no hayas ido al cine en años, aunque consumas solo productos sin azúcar, desayunes yoghurts y no te guste la cerveza. Aunque me hayas despertado con el mismo tema de Juanes repetido hasta la eternidad, aunque te pases todo el santo día en el gimnasio y hayas votado a Macri. Aunque tengas hábitos tan extraños como hablar por teléfono con Nacho a las 5 de la mañana, o ver la programación completa e TyC. Te quiero agradecer por: no haberme hecho ni una sola pregunta acerca de mi vida sentimental y hacerme sentir tan cómoda como si te conociera de toda la vida, reírte con lo que aquí se escribe y con lo que mi boca dice, responder a todos y cada uno de mis caprichos en forma casi automática, haber sido el que me devolvió las ganas de besar, abrazar, aplastar y ser aplastada durante dos noches seguidas. Gracias, y que te vaya bien. La desconocida
Desde el momento en que uno le muestra su blog a un desconocido, ya nada deja de ser igual. Menos si una se va a dormir con ese desconocido. Y ante cada caricia, abrazo, apretujón, el desconocido, indaga "¿esto lo vas a escribir mañana?". Y una responde, "¿vos querés que lo escriba"?, "no se, prefiero no leer mas" contesta, "lo único que te pido es que NO escribas que solamente dormimos, porque se van a pensar que soy gay" agrega. Listo, ya lo escribí. Igual, pensá. Los que leen son desconocidos, y si, pueden comentar, y si se van a enterar, pero es anónimo. No saben quién sos. Peor es cuando le cuentes a nuestro amigo en común Nacho. Bueno, capaz a el le mentís. Bueno, prefiero no pensar. ¿Ves?. Estamos iguales. Um.. no, al final, yo estoy peor.

La gran estafa

El 2005 no podía defraudarme en su último día. Y para cerrar siguiendo con la línea de coherencia que lo caracterizó, el 31 promediaba su tarde trayéndome su última gran estafa. La más grande de todos los tiempos. Desde hacía unos días venia chateando con un tipo. Las conversaciones que teníamos no eran demasiado fuera de lo común y redundaban en sus preguntas sobre mi apariencia. También en su asombro por la confianza que depositaba en el y sus constantes amenazas sobre el conocimiento de algunos de mis datos personales (la dirección de la casa de mis viejos, ya que hay un CV con mis datos circulando por la web). Aún así, era grato contarle a un completo desconocido mis problemas, y a pesar de que en un principio pensé que estaba charlando con un conocido que me estaba tratando de hacer una broma, a medida que pasaban los días me olvidaba cada vez mas del asunto. De todas formas me parecía extraño que no tuviera intenciones de conocerme personalmente y que nunca propuso ninguna forma