Skip to main content

Posts

Showing posts from November, 2007
“Cuando uno usa gorro con visera siente una especie de techo arriba de los ojos” me explicaba el chico tras haber discutido sobre publicidad, cine, Gran Hermano, socialismo, Chayanne, los viajes de Marley por el mundo, Coco Silly. Ahora estábamos en casa. Habíamos ido a tomar unas cervezas a un bar y lo invité a subir con la excusa de un fernet. Pero seguíamos hablando. De Ipod, de investigaciones de mercado, de directores de cine. Y eran las cuatro de la mañana y seguíamos hablando y tomando. Y mis ganas de irme a dormir le ganaban a las ganas de besarlo o de ir a dormir con é. Porque, estaba todo bien, pero ya se nos había pasado la hora. Entonces, otra vez le mentí diciendo que al otro día me tenía que levantar temprano y le bajé a abrir la puerta de salida. Increíblemente en el palier seguíamos hablando. Le recomendé que bajásemos la voz porque íbamos a despertar a los vecinos y fue cuando el chico dijo: -¿Y si en vez de hablar nos besamos? “Cuando uno besa a alguien que usa gorro
Me puse a hacer las cuentas y concluí en que lo conocí hará un año atrás. Es increíble como algunos acontecimientos se nos quedan archivados en la mente con el día, hora, minuto y temperatura del lugar en el segundo justo en que sucedieron y otros simplemente quedan cristalizados en nuestra memoria como si fuese una foto archivada en un libro que descansa en una repisa. Si, fue hace un año. Fue en una fiesta en aquel lugar donde íbamos con Jebuz, Lula y Edu que de día funcionaba como un centro de jubilados y los fines de semana se hacían fiestas medias clandestinas. Si, lo conocí ahí. Me acuerdo que me había parecido lindo, era un poco más alto que yo, pelo castaño, ojos marrones, gorra con visera, que estudiaba cine y era del oeste. Que le pasé mi teléfono y a la semana me llamó para ir al cine. Que vimos Gracias por Fumar en una sala de los cines de Recoleta en la que había solamente dos personas. Que en el preciso momento en que nos sentamos en las butacas intuí que tenía menos edad

!!!¿?!!!

La semana pasada. Dos lugares diferentes. Dos hombres distintos. La misma pregunta: -¿Estás tomando fernet?. Tras la respuesta afirmativa, la misma exclamación: -Qué raro que una mujer tome Fernet.

Y otro día...

Ante su respuesta inconsistente de quererte toda la vida, amarte y perderte y ¿lo qué?.. entendí que justo en el lugar desde el que no hay retorno, nace un punto de partida. (A empezar otra vez y la reput..madre).

Un dia....

Llegó el día en el que opté por no culpar al síndrome pre menstrual, a la alineación planetaria ni al destino. Acepté que mis estallidos repentinos por nimiedades llevaban un sentimiento oculto, que recordar su sonrisa para paliar en dolor de las agujas no era sólo un tema para escribir, que ir a tomar una cerveza con El no era como salir de bares con cualquier otro amigo, que dormir juntos era lo mejor que me había pasado en mucho tiempo y que tenía que dejar de escudarme en las “cursilerías”. Entonces, llegó el día en que junté todos esos momentos y sensaciones en un ramillete, me pinté los labios y cuando, ante el estallido de enojo nº 34, me preguntó qué me pasaba le dije: -Me pasa que estoy enamorada de vos. Y entonces fue cuando llegó el día en que entendí que para ciertas frases no hay punto de retorno.