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Showing posts from October, 2007

Amigos

Conversación en el cine con Jebuz minutos antes de comenzar la película L: ¿Hiciste algo el sábado? J: Si, fui a esa fiesta clandestinísima. L: Y.. ¿qué onda? J: Conocí a un pibe para vos. Le saqué el teléfono. L: Pero nene, se supone que tenés que hablar con minas, no con tipos. J: Bueno, es que estaba hablando con la mina que me gustaba a mí. L: ah....¿y cómo es? J: Tiene un nombre raro, así que seguro que te va a gustar y es músico. Ahh.. pero ahora que pienso bien, no se. L: ¿Por qué? J: Porque no es tan sucio como los que te gustan a vos...

Hay una sola

El viernes el motoquero de la empresa donde trabajo me preguntó si ya tenía que felicitarme por el Día de la Madre y le respondí que todavía no (¿?). El sábado, mientras le compraba el regalo a mi madre, la vendedora me preguntó si yo también iba a recibir regalos. Durante la mañana del domingo me llegó un mensaje felicitándome por a la maternidad de mi gato(¿?). Sino fuese porque a la tardecita del domingo escuché un: Feliz día, mamita... volvía a terapia.

Sangre

Me desperté en medio del charco que mi propia saliva había establecido en tu brazo. El sol del tatuaje me miraba con los ojos húmedos que yo intentaba secar entredormida, sin éxito y balbuceando algo parecido a un “perdonáme”. Abriste los ojos, me miraste y sonreíste. Con una de esas sonrisas a las que me cuesta acostumbrarme. Una sonrisa dulce, transparente, limpia, sin rasgos de tormenta. Nos volvimos a abrazar y dormimos. Algunas horas después me estabas acompañando al laboratorio a sacarme sangre. Siempre le tuve pavor a la agujas, pero tu compañía endulzaba el momento del pinchazo. Ya sola en el consultorio, la enfermera me ponía la banda elástica en el antebrazo mientras me hacía cerrar el puño. Dí vuelta la cara. “Respirá hondo y abrí el puño”, me dijo. Mientras seguía sus intrucciones, cerré los ojos e intenté evocar pensamientos placenteros. “Pensá en otra cosa” me decía el dentista cuando era chica y me estaba sacando una muela. Tenía que pensar rápido en alguna imagen que me

Justificaciones

Se trata de encontrar las respuestas. De descifrar códigos. De encontrar las piezas para armar el rompecabezas. Algunos creen encontrarlas en las ciencias; la física cuántica; la combinación de moléculas y átomos, las células que explican la creación y el ordenamiento de los hombres y el universo. Otros se dedican a la filosofía, otros tantos a las religiones; a desentrañar y formular teorías místicas. Pero lo cierto es que prefiero que no existan explicaciones al alcance para descifrar las partículas imperceptibles que revolotean en el aire y traspasan los poros cada vez que se produce un encuentro de almas. El vacío y el sabor a derrota que dejan los desencuentros. El brillo que invade la mirada ante un hecho que llena de burbujas la sangre. Las chispas que flotan en el aire cuando dos cuerpos se sumergen y se hacen uno. La desolación y el dolor que dejan las despedidas que luchan por transformarse en hasta siempre. La chispa, el fuego, la luz que impulsa a buscar nuevos encuentros.
Y bueno, si. Nos encontramos. El día anterior propuse el lugar, el aceptó y preguntó si había que hacer reservas con anticipación. ¿Reservas?... creo que nunca en mi vida cené en un lugar en el que hubiese que hacer reservas. Así que le contesté con un: naaahhhh… ¿reservas?, no hace falta, y mientras me preguntaba si se sentiría cómodo en el lugar que había propuesto, el me decía: lo de las reservas sonó muy careta, ¿no?. Luego del acuerdo, y mientras esa tarde transcurría muy apaciblemente, una aparición inesperada sucumbió mi ser. El, el de los tatuajes había aparecido en el Messenger y me estaba ofreciendo ir a tomarnos unas cervezas para festejar las vísperas de la primavera. Gracias a la erradicación de bombachas estiradas del cajón, la ropa interior ya no era un impedimento para mí. Así que, ni bien salí de la oficina partí rumbo a la esquina acordada por El y yo. Nos encontramos y terminamos charlando y tomando en un bar sin reservas, ni mozos, mucho rollinga y rock. Me ahorraré