No recomiendo los grises, los intermedios, los tibios. Las relaciones indefinidas, en las que se deja pasar el tiempo "haciendo de cuenta que", en las que quedan flotando tal veces. Mejor, le doy lugar a los plenos, los rotundos, los medulares, la verdad aunque duela, a pesar del miedo, del vértigo. Decir o callar con las palabras justas en el momento preciso. Porque lo tibio, lo gris, el bicicleteo y el tal vez, te pasa el recibo cuando menos lo esperás y se paga al contado.