Cada cuatro años se puede caminar un viernes cualquiera al mediodía por pleno microcentro y cruzarse con menos gente que durante un domingo. Cada cuatro años un televisor reúne a desconocidos en un bar, una estación de subte, una casa de electrodomésticos, una peluquería.
Cada cuatro años esos desconocidos se abrazan, lloran, carajean, gritan y comparten un sentimiento. Sienten que esos once jugadores son parte de su familia y les dan indicaciones a un director técnico al costado de una cancha a mil kilómetros de distancia.
Y también cada cuatro años, a la hora de los partidos, uno puede tomar la ciudad como si fuera propia, caminar por las calles desiertas y mirar por las ventanas a esos que están reunidos frente a un televisor. Cruzarse con otros pocos y preguntarse porqué no están mirando el partido. Cruzarse con otros tantos que derrotados por la ansiedad eligieron salir a la calle.
Y también pasa cada cuatro años que Loca puede irse a depilar y no tener que esperar, pero bancarse a la depiladora gritarle un gol en la cara mientras le saca de un tirón la cera de la pierna. Ir al supermercado y caminar por las góndolas como si estuviera en el living de su casa. Leer blogs en la oficina mientras el resto mira la televisión en la sala de reuniones.
Pero todo lo bueno se termina pronto, dicen por ahí, y esta no fue la excepción.
Por eso hoy, la Loca antimundialista se pregunta:
¿Falta mucho que pasen cuatro años mas?
Cada cuatro años esos desconocidos se abrazan, lloran, carajean, gritan y comparten un sentimiento. Sienten que esos once jugadores son parte de su familia y les dan indicaciones a un director técnico al costado de una cancha a mil kilómetros de distancia.
Y también cada cuatro años, a la hora de los partidos, uno puede tomar la ciudad como si fuera propia, caminar por las calles desiertas y mirar por las ventanas a esos que están reunidos frente a un televisor. Cruzarse con otros pocos y preguntarse porqué no están mirando el partido. Cruzarse con otros tantos que derrotados por la ansiedad eligieron salir a la calle.
Y también pasa cada cuatro años que Loca puede irse a depilar y no tener que esperar, pero bancarse a la depiladora gritarle un gol en la cara mientras le saca de un tirón la cera de la pierna. Ir al supermercado y caminar por las góndolas como si estuviera en el living de su casa. Leer blogs en la oficina mientras el resto mira la televisión en la sala de reuniones.
Pero todo lo bueno se termina pronto, dicen por ahí, y esta no fue la excepción.
Por eso hoy, la Loca antimundialista se pregunta:
¿Falta mucho que pasen cuatro años mas?
Comments
1460 dias.........
35040 horas........
2.102.400 minutos....
126.144.000 segundos...
saludos Solo-esperandote...
PE
Justo en este momento y, aclaro, no tiene nada que ver, pero te cuento igual... toy escuchando un tema de Los Cafres que dice: “...sueña con el hoy, mañana es ahora...”. Juajua!
Nena, te dejo... cuidate! Bso!
Pero como dicen, pasan volando.
Encontre tu blog y me gusto. Y lo lei desde el principio... Y me di cuenta que habias dejado de postear hacia casi un mes... pero no, aca estas!
Saludos!!!
Un abrazo,
lilith: gracias por el consuelo, saludos!
Seis: um. no, para mi no. pobres. ellos se pusieron tristes. igual, te mando saludos.
Soledad: si, si. es cierto.
Chiribina: siii.. ni hablar. pero bue, ya pasarán 4 años mas. Besos!
Vos: hola pendex, ¿cómo estás?. No se si falta mucho o poco.. ¿cuánto faltaaaaaaa?..no lo seeeee..se que cuenta como uno los pase y los disfrute, como si cada día fuera el último, ahi te lo dicen los cafres.. viste!!.. Te mando besos, te quiero mucho.
Rain: usted lo ha dicho. Saludos, señor.
Fede: acá estoy!, si,si. no me fui a ningún lado. Saludos.
Federico Parapar: Gracias por los piropos y la compañía. Nos estamos leyendo.
lalo: tres empanadas tenían.. tres empanadas...