Skip to main content

13 de febrero

Cachetearme, zarandearme, sacudirme, gritarme. Gritarme fuerte. Cuando se anudan los sentimientos, se arremolinan, se escapan de las manos. Empieza la intensidad que le precede al miedo y después la tristeza, la angustia, el sentir que es para el resto pero no para mí, pensar en lo que puede pasar si se termina, creer que ya no voy a resistir salir lastimada de otra (aunque siempre piense lo mismo y lo vuelva a intentar).
Y que los también no son lo mismo, nene, ya lo se. Pero a vos te salen como si fuera la primera vez que los decís y en mi caso pareciese que fueran los últimos y que los estoy cuidando vaya a saber para qué.
Cachetearme, zarandearme, gritarme desagradecida. Porque tengo todo ahí. Al alcance de la mano. Incluso más de lo que pudiese haber imaginado. Un chico que me dice que me ama; El, que siempre va a estar con su sol y gracias a quien confirmo todos los días que ser auténtico es lo único que nos hace brillar; ellos, los ángeles que me sacuden cuando me mando una cagada pero están ahí para rescatarme.
¡Y entonces!?.. grito y me sacudo el brazo derecho con el izquierdo, y el nudo en la garganta y la panza que empieza a crecer.

Y entonces nada. Que puede ser una prematura crisis de los 30 o las vísperas del Día de San Valentín.

Vaya a saber.

Comments

® Danila said…
sabes que? yo te diria que disfrutes y vayas dejando ver que sucede...no?
Unknown said…
ayer fue peor, hoy ya pasa... pronto.
Discontinua said…
Nada, si algo angustia, correte.
Un saludo!
lauruguacha said…
Si leí bien entiendo tu confusión.
Hay decisiones que tomar.
Dudas que confirmar.
Será un sol o le encantarán los gorros?
Si entendí, momento difícil y crucial es el que estás pasando.
Hay mucho amor en el futuro y se necesita mucha valentía en el presente.
Un abrazo.
Hola. Te quiero! :) (de eso se trata no?) Un beso grande.
pequenia said…
que mezcla, todo el tiempo girando en la cabeza miles y miloes de cosas que confunden.
no puedo decir mucho, en generqal no he tomado las mejores desiciones con mis amores.
sólo vivilo, que mas...
pequenia said…
This comment has been removed by the author.
pequenia said…
yo de nuevo: te dejo en mi blog una odiosa cadenita, pero por ahí distrae y está bueno.
saludos
Discontinua said…
Lucia no te diste cuenta este blog es mio! =) Myris.
Un Saludo!!
Loca_Sola said…
Danila: si.no queda otra. gracias por el consejo.
Willoncita: :).. gracias!
No puede ser: si, no?. gracias. ya lo hablaremos con una cerveza por medio. bessososss
lauruguacha: si, a veces uno se deja llevar por los enamoramientos y se olvida de las decisiones que hay que tomar en los momentos de lucidez... besos!
Ulises: gracias! besos!
Pequenia: gracias!!.. tengo un problema con las cadenas, no es de mala onda..besos!!
Gringo said…
Espero que sea crisis de los 30, porque nadie se puede poner así por la llegada de..."¿san valentín?" ¿Qué es eso? Un ridículo invento..."día de los enamorados"..., no me cierra.
Igual, comparto los sentimientos con algunas de tus palabras.
Un beso:

gringo

p.d: primera vez que ando por estos lados. En breve postearé algo relacionado con el 14 de febrero. Tiene otro tono que tu texto, peeero, invito a que lo leas en algún momento. En unos días saldrá.
Otro beso.
Anonymous said…
puta vieja agarrandose desesperadamente del estribo de la promiscuidad adolescente. demasiado tarde

Popular posts from this blog

No, Marcela no está.

La firmante declara que los hechos que se narrarán a continuación ocurrieron en las primeras horas del domingo, y que bajo ninguna circunstancia se encontraba bajo los efectos de ningún estimulante. Siendo las 12.30 de la madrugada del domingo, suena el portero del departamento que comparto con gato. Era Lula. Me pongo mis pantuflas rojas con corazón azul y bajo a abrirle la puerta. Cuando me dispongo a abrir la puerta de entrada, diviso que detrás de Lula aparece un sujeto, de unos 35 años, castaño de tez blanca. Pensando que tal vez el sujeto estaría aprovechando que abriese la puerta para entrar al edificio, esperé a que sacase la llave (si es que vivía en el lugar) o en su defecto tocase el portero. Pero nada de eso ocurrió. El sujeto miró a Lula y le preguntó en un tono coloquial: -¿Está Marcela?!. Ante esta pregunta, Lula entre asombrada, risueña y algo asustada, me mira a mí, lo mira al sujeto y le dice: -No sé de lo que me está hablando. Tras la respuesta, el sujeto me mira a m
No hay muestra mayor de compromiso que dar las llaves de la casa, departamento, habitación de pensión, lo que sea que fuese la morada de una. El compromiso no se demuestra con hechos, con presentar la familia, ni siquiera con un anillo. No. Darle las llaves a otro no es un hecho dejado al azar, no es una cuestión de practicidad, no es “para no bajar a abrir a la mañana”, para “que le vayas a cambiar las piedritas al gato”. No. Dar las llaves es “dar las llaves”. A razón de verdad, yo di mis llaves una sola vez. Fue un acto ingenuo, casi obligado y con el que cargué mucho tiempo. El también me dio sus llaves. Finalmente, el devenir de los hechos hizo que sus llaves terminaran fundiéndose con muchas otras en el Monumento al Che, las mías vaya a saber dónde, pero bueno, ese es otro tema. Por eso, yo ahora ando con mi par de llaves, otro en la casa de Almendra y otro en lo de Perro. Nada más. Ni a mi madre. Las llaves son una cuestión muy íntima. Y hace un par de semanas, cuando le quise b
Cuando yo pensaba que mi madre había superado todos, pero todos los límites, en todos los rubros imaginados e inimaginados; me pregunta, así, como al pasar, en la entrada del edificio donde trabajo. Hija, ¿estás teniendo relaciones sexuales?. Lo peor de todo, peor aún que haya estado el portero presenciando la conversación, fue que no me hizo falta mentirle. Igual. Volviendo al tema de mi madre y sus límites. Si pudo superar ese límite. Solo me resta temer y esperar.