No se ingresa al mundo de los adultos al día siguiente de cumplir los 26; ni la primera mañana que descubrís que vivís sola; ni siquiera al minuto de firmar tu primer contrato.
No.
Se ingresa al mundo de los adultos de forma sigilosa. En puntas de pie. Con actos simples y cotidianos. Y cuando te querés dar cuenta ya estás adentro: pagando cuentas, asumiendo compromisos, firmando contratos, compensando entre el deber, el querer y el poder y pensando en las posibles consecuencias de los actos.
Se está en los albores del mundo de los adultos cuando se empieza a preferir al jamón crudo por el cocido, cuando se cae en la cuenta de que el Coyote nunca va a atrapar al correcaminos por más ingeniosos artefactos que invente, y con toda la resignación del mundo se acepta que en definitiva de eso va la historia y lo divertido del caso es relajarse, disfrutar y asombrarse con las nuevas estrategias de un Coyote que se supera para alcanzar eso que siempre parece tan cerca, pero nunca alcanza.
Se está a medio pasito del mundo de los adultos cuando se reconoce que la cerveza es rica aunque deje un sabor amargo en la boca, cuándo en las vacaciones se toman los recaudos necesarios frente al sol y el mar, cuando se está sacando boletos para tomar el tren para ir a Capital sin compañía.
Al mundo de los adultos se llega de a pasitos.
Cuando te demuestran que hasta en el placer hay dolor, y que si se traspasa el dolor, se llega al placer.
Cuando se reconoce que algunos ideales se transforman en utopías, pero como el coyote va trás el correcaminos y elige no morirse de hambre en el desierto; la lucha nunca se abandona.
Cuando se aprende que una forma de encontrarse es atravesando la nebulosa.
Cuando se experimenta que el mejor remedio contra la infidelidad es el respeto y la admiración, y el amor es más poderoso que la culpa.
Cuando se acepta la verdad por mas dura que sea, se toman las riendas y se afrontan las consecuencias.
Cuando tranquiliza el hecho de saber que si se desea algo desde fondo del espíritu se obtienen los recursos para alcanzarlo.
Cuando se reconoce que otros también andan en busca de la verdad; persiguen sus propios correcaminos y se esfuerzan todos los días con nuevas estrategias para atraparlo.
Pero confieso que entrar en la adultez también supone cargar con fantasmas. De esos que aparecen cuando se cierran los ojos para dormir. Y al abrirlos, en la oscuridad del cuarto, acechan los monstruos que forman las sombras de la ropa, los libros, las sábanas y los ojos brillantes del gato. Pero la ventaja está en que se es capaz de aceptar los fantasmas y saber que los monstruos son inofensivos. Entonces, se cierran los ojos, y uno se queda dormido pensando en las nuevas estrategias con las que va a salir a cazar al correcaminos el día siguiente.
Aunque nunca se lo llegue a atrapar, la gracia está en el descubrir los trucos que se pueden inventar para seguir en el juego. Y cuando sale el sol, uno sale a atraparlo.
Con la esperanza de cazarlo y la certeza de que al alcanzarlo, se termina la historia.
No.
Se ingresa al mundo de los adultos de forma sigilosa. En puntas de pie. Con actos simples y cotidianos. Y cuando te querés dar cuenta ya estás adentro: pagando cuentas, asumiendo compromisos, firmando contratos, compensando entre el deber, el querer y el poder y pensando en las posibles consecuencias de los actos.
Se está en los albores del mundo de los adultos cuando se empieza a preferir al jamón crudo por el cocido, cuando se cae en la cuenta de que el Coyote nunca va a atrapar al correcaminos por más ingeniosos artefactos que invente, y con toda la resignación del mundo se acepta que en definitiva de eso va la historia y lo divertido del caso es relajarse, disfrutar y asombrarse con las nuevas estrategias de un Coyote que se supera para alcanzar eso que siempre parece tan cerca, pero nunca alcanza.
Se está a medio pasito del mundo de los adultos cuando se reconoce que la cerveza es rica aunque deje un sabor amargo en la boca, cuándo en las vacaciones se toman los recaudos necesarios frente al sol y el mar, cuando se está sacando boletos para tomar el tren para ir a Capital sin compañía.
Al mundo de los adultos se llega de a pasitos.
Cuando te demuestran que hasta en el placer hay dolor, y que si se traspasa el dolor, se llega al placer.
Cuando se reconoce que algunos ideales se transforman en utopías, pero como el coyote va trás el correcaminos y elige no morirse de hambre en el desierto; la lucha nunca se abandona.
Cuando se aprende que una forma de encontrarse es atravesando la nebulosa.
Cuando se experimenta que el mejor remedio contra la infidelidad es el respeto y la admiración, y el amor es más poderoso que la culpa.
Cuando se acepta la verdad por mas dura que sea, se toman las riendas y se afrontan las consecuencias.
Cuando tranquiliza el hecho de saber que si se desea algo desde fondo del espíritu se obtienen los recursos para alcanzarlo.
Cuando se reconoce que otros también andan en busca de la verdad; persiguen sus propios correcaminos y se esfuerzan todos los días con nuevas estrategias para atraparlo.
Pero confieso que entrar en la adultez también supone cargar con fantasmas. De esos que aparecen cuando se cierran los ojos para dormir. Y al abrirlos, en la oscuridad del cuarto, acechan los monstruos que forman las sombras de la ropa, los libros, las sábanas y los ojos brillantes del gato. Pero la ventaja está en que se es capaz de aceptar los fantasmas y saber que los monstruos son inofensivos. Entonces, se cierran los ojos, y uno se queda dormido pensando en las nuevas estrategias con las que va a salir a cazar al correcaminos el día siguiente.
Aunque nunca se lo llegue a atrapar, la gracia está en el descubrir los trucos que se pueden inventar para seguir en el juego. Y cuando sale el sol, uno sale a atraparlo.
Con la esperanza de cazarlo y la certeza de que al alcanzarlo, se termina la historia.
Comments
en diciembre salgo en busca de mi correcaminos, ojalá nunca lo alcance.
Pero, para que mentirle... me quedo con la persona que está atrás, capaz de "vomitar" un post como éste, desde lo más profundo.
Un abrazo "así".
Mis respetos y admiraciones.
te quiero amiga mía, el próximo brindis que sea por el correcaminos
pi pi (uy ahí paso!! ya vengooooo)
Admiro la capacidad para detectar los detalles y la simpleza: "cuando se empieza a preferir al jamón crudo por el cocido". Es genial. Como el post.
La esperanza no sólo es verde, también es densa y resistente. Y cómo dice mi amigo Camus: en el apego de un hombre por la vida hay algo más fuerte que todas las miserias del mundo.
Cordialmente,
Yo.
slds
cara sucia!
la99
ah... qué tiempos aquellos!
Muchos no distinguimos ese paso hacia la adultez y creemos correr el correcaminos convencidos de que lo atraparemos.
Me encanta sentirme como hace 10 años y odio saber que ya hay cosas que no podré volver a hacer.
Saludos.
Mandinga: No soy digna, como dice ud. Le mando un abrazo así, y le aseguro es mas grande que el así del suyo.
Soyprincesa: Gracias!! Igualmente!
Almendra: Apurate!! que ahi pasó!!.. Jaja.. te quiero amiga!. Gracias!!.. Siempre voy a estar ahí para darte una mano con las estrategias y los ACME.Contá con eso, y con el brindis!!!..
Lord: Gracias!! y encantada de haberlo conocido.
Flo: Gracias!!.. haga la prueba.. no es tan peligroso el tema del tren suburbano nocturno; y a veces no queda otra. Besos!!
Niño: ud y Camus lo han dicho. Saludos cordiales.
la99: jajaa.. si!!.. Besos y bizcochos!!.. gracias!
Mano: Y si.. (lo digo mientras suspiro de nostalgia).Saludos y gracias!
Chiribina: Gracias..! sería un honor lo de la copia. Gracias otra vez!
Dosto: la idea, creo, es suponer que lo atraparemos, y tal vez algún dia.. quién sabe.. gracias por pasar..
saludos!!!
Besos de viernes y buen finde,
sol
En este oceano de sujetos (y sujetas) de veintymuchos o treintaypocos, que pretenden (o pretendemos) hacerse (hacernos) todavía los pendejos con pavor a asumir responsabilidades para no sentir que ya no son (somos) jovenes, usted, con mucha paz y calma acepta esa entrada en la adultez, a pasitos, disfrutándola en lugar de renegar de ella...
Me gustó mucho, pero mucho, de verdad.
fodor: hola!! Bienvenido!! y muchas gracias!!.
qué post más maravilloso, me dio envidia (sana) y me identificó al 100 % (excepto por lo del jamón, soy vegetariana)
un abrazo, azul.-