Skip to main content

Espera sentada

Y entonces una encuentra un asiento libre en el subte y se sienta. Se acomoda.
Se abren las puertas en la siguiente estación e ingresa una señorita que se para frente al asiento y de repente una se encuentra mirando un abdomen algo prominente.
Entonces, empieza la disyuntiva. Las opciones son dos y es una. O queda como una desalmada por no darle el asiento a una embarazada. O se lleva el premio a la persona mas odiada del día, de la semana o del mes, por darle el asiento a una señorita algo excedida de peso que creímos se encontraba en la dulce espera.

Comments

Anonymous said…
y... ahí hay que pararse, hacerse el boludo e irse para otro lado asegurándose que se siente la señorita.
Digo yo, bah...
Saludos
4:09 PM
vivaperon said…
muy bien mandinga!!!!!!!
exacto loca, hay que irse
cuando la situacion es complicada la solución es rajar.
terrible pero real
4:54 PM
Caperucita said…
jajaajajaja, ni como heroe ni como tonta uno se levanta como q ya se va a bajar, (sonrie por supuesto) y se va a un ladito jjajaja
6:56 PM
Caperucita said…
ah si.. y reniega en la mente "porq yo, xq me ven bonito cuando lo hago, y nadie se digna a hacerlo " (si es q acertamos en el embarazo) jajaja
un beso!
6:57 PM
Loca_Sola said…
Mandinga, vivaperón y caperucita: no hizo falta la mímica.Me bajaba en la siguiente estación.
Saludos y gracias por pasar.
4:28 PM
la99 said…
hiponita mia, suelo estar en la situacion de "la otra", no ceda el asiento, solo estamos pasadas de 9 de oro...
slds amore!
11:58 AM
Post a Comment

Popular posts from this blog

!!!¿?!!!

La semana pasada. Dos lugares diferentes. Dos hombres distintos. La misma pregunta: -¿Estás tomando fernet?. Tras la respuesta afirmativa, la misma exclamación: -Qué raro que una mujer tome Fernet.
19 comments
Read more
No hay muestra mayor de compromiso que dar las llaves de la casa, departamento, habitación de pensión, lo que sea que fuese la morada de una. El compromiso no se demuestra con hechos, con presentar la familia, ni siquiera con un anillo. No. Darle las llaves a otro no es un hecho dejado al azar, no es una cuestión de practicidad, no es “para no bajar a abrir a la mañana”, para “que le vayas a cambiar las piedritas al gato”. No. Dar las llaves es “dar las llaves”. A razón de verdad, yo di mis llaves una sola vez. Fue un acto ingenuo, casi obligado y con el que cargué mucho tiempo. El también me dio sus llaves. Finalmente, el devenir de los hechos hizo que sus llaves terminaran fundiéndose con muchas otras en el Monumento al Che, las mías vaya a saber dónde, pero bueno, ese es otro tema. Por eso, yo ahora ando con mi par de llaves, otro en la casa de Almendra y otro en lo de Perro. Nada más. Ni a mi madre. Las llaves son una cuestión muy íntima. Y hace un par de semanas, cuando le quise b...
16 comments
Read more
Todavía no llegábamos a los 30. Vos estabas destruida porque te acabas de enterar que se había muerto un amigo en un accidente de auto. En medio de la desolación e incomprensión absoluta me dijiste: - Y claro, ¿sabés por qué se murió Juli? Porque no era de este mundo. Era demasiado especial para seguir acá. Hoy, en el medio de mi incomprensión absoluta, recordé de golpe ese diálogo. Y entiendo que una vez más tenías razón, Lula. Eras demasiado especial para seguir en este mundo. 
Post a Comment
Read more