Solamente en ciertas ocasiones, ciertos hábitos molestos de los amigos, se transforman en favores que les agradeceremos hasta la eternidad. Así fue que el llamado de rutina de Jebus al celular de los domingos a la mañana cuando sale borracho del bar, se transformó en el despertador que nos salvó a Javi y a mí de pasar por Humahuaca sin sexo y de disfrutar a la vez del desayuno del hotel. Jebus llamó a las 9.30 como todos los domingos, me despertó, cuando fui a agarrar el celular de la mochila ya era tarde para poder entablar uno de nuestros diálogos borracho-media dormida, pero no era del todo tarde para despertar a Javi y decirle que teníamos poco menos de treinta minutos para tener sexo y desayunar. Así fue que nuestra primera vez la inauguramos con un rapidito con gusto a revancha. Desayunamos, fuimos a caminar y en el camino atendí el nuevo llamado de Jebús, quién aunque borracho entendió todo en mis gracias y te quieros y aún más sabiamente respondió: ah... ¡ya garchaste!.. bueno, haceme un favor, no lo sigas.
Y como entre mis planes no figuraba seguir a Javi, sino seguir por mi camino; puedo decir que ese fin de semana vivimos como si fuesen nuestras primeras y últimas horas juntos.
Creo que entendí que la felicidad era mutua cuando íbamos siguiendo a una comparsa en plena finalización del carnaval, y entre la música, el baile, la harina, los diablitos y la cerveza que tomábamos de una botella vacía de Coca Cola, Javi me dice en tono cómplice:
-¿Decime si no las mejores vacaciones de tu vida hasta ahora?
Ajá. Lo fueron. Aseguro que lo fueron.
Y como entre mis planes figuraba seguir por mi camino sin seguir a Javi, el lunes a la mañana partí rumbo a Salta y Javi se fue a Iruya. Y si bien mis planes eran seguir por mi camino sin seguir a Javi, nunca me hubiese imaginado que en mi camino, me iba a seguir encontrando con Javi.
Y como entre mis planes no figuraba seguir a Javi, sino seguir por mi camino; puedo decir que ese fin de semana vivimos como si fuesen nuestras primeras y últimas horas juntos.
Creo que entendí que la felicidad era mutua cuando íbamos siguiendo a una comparsa en plena finalización del carnaval, y entre la música, el baile, la harina, los diablitos y la cerveza que tomábamos de una botella vacía de Coca Cola, Javi me dice en tono cómplice:
-¿Decime si no las mejores vacaciones de tu vida hasta ahora?
Ajá. Lo fueron. Aseguro que lo fueron.
Y como entre mis planes figuraba seguir por mi camino sin seguir a Javi, el lunes a la mañana partí rumbo a Salta y Javi se fue a Iruya. Y si bien mis planes eran seguir por mi camino sin seguir a Javi, nunca me hubiese imaginado que en mi camino, me iba a seguir encontrando con Javi.
Comments
t encuentra c las mejores energias!
la solar...
las vueltas de la vida. La sigo como a una telenovela.
Saludos
y ... lo bueno q cada uno "seguia su camino" jeje ;)
Excelent!
Lucy.-
Karla: Gracias!! Saludos!!
Flo: :).. Besos!
Caperucita: si, si. Besos!!
Lucy: exacto. Saludos y gracias por pasar.