El mediodía de la nochebuena me encontró en la cama con la peor resaca del año. Desde mi cubil escuchaba como sonaba el teléfono, y yo incapaz de hacer un solo movimiento pensaba, por Dios, se van a hacer las 12 y yo no voy a poder arrancar de acá. Voy a tener que brindar en el sommier con mis almohadas. Después de varias horas y ante la insistencia del teléfono, decidí levantarme. L: ¿Hola? Lu: Hola Nena!.. ¿Cómo estás?.. ¿Qué hacés todavía ahí?. ¿No te ibas a los de tus viejos hoy? L: Si, Lula, pero no puedo arrancar, tengo una resaca terrible. Lu: Uy, nena, ¿cómo terminaste anoche?. La última vez que te vi estabas bien. ¿Arrancaste con El Chabón*? L: um.. si, pero no. No se, me parece que se enojó. Lu: ¿Qué pasó?. Era lindo. ¿Cómo se llama? L: No me acuerdo.. Si, se enojó, era lindo, ¿no?. Resulta que nos quedamos en este lugar de la fiesta hasta que se fueron todos, y nos echaron. Y bajamos, y el pibe llamó un taxi para mí y se subió también. Y llegamos a casa, y bajó. Y cuando lle...