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Showing posts from March, 2007

Loca y Norte V: Loca y Hippie I

Y así es como en tantas ocasiones, el mate resultó ser el señuelo ideal para el comienzo de una charla. Antes de que llegase el mediodía, ya me había enterado de que Hippie tenía 31 años, era oriundo de Necochea dónde había dejado dos hijas, que había viajado por diferentes lugares del país vendiendo artesanías, que vivía en Jujuy desde hacía dos años, que tenía un perro que se llamaba Pulgas y la absoluta certeza de que las piedras desprendían energía. El agua del termo se terminó y venía siendo la hora de emprender la retirada, porque además, me quedaban algunos lugares de la ciudad por recorrer y quería sacar algunas fotos. Me levanté del escalón en el que nos habíamos sentado a tomar mate, me despedí y cuando me estaba yendo, Hippie me dice: -Si querés, podemos almorzar. Accedí. Recorrí la ciudad, saqué unas fotos, y volví buscarlo para el tan mentado almuerzo. Me llevó al comedor de un conocido en el que hacían unas empanaditas de queso de cabra riquísimas, que acompañamos con un

Loca y Norte IV: voy a despertar al indio que duerme bajo mi elegante sport

La primera vez que pisé Humahuaca era de noche. Más tarde descubriría que la ciudad tenía una especie de imán que me haría regresar una y otra vez. Se transformó en algo similar a un punto de partida y de llegada. Cuando dimos con el hostel dónde pasaríamos la noche, estaban celebrando el carnaval en el comedor y había locro y chicha para todo el mundo. Bailamos, celebramos, comimos, tomamos. Al día siguiente partimos a Iruya, un pueblito sostenido en el medio de los cerros, las quebradas y el tiempo. Volvimos a Humahuaca porque Edu salía a la mañana del otro día a Salta a reencontrarse con la mochilera francesa. Edu se fue muy temprano. Yo me desperté tarde con toda la tranquilidad a cuestas y sin ningún programa en mente. Me bañé, me puse la pollera roja de bambula y me fui a tomar mates a la plaza. Enfrente a la plaza hay un monumento inmenso y desmesuradamente grande para la ciudad. Para llegar a las estatuas de bronce que coronan la obra, hay que recorrer unas escalinatas más alt

Loca y Norte III: estábamos antes que tus franquicias arruinen todo este lugar

Con Edu la pasábamos muy bien. Nos reíamos de todo. Parábamos en hostels (una experiencia cercana a la convivencia en Gran Hermano pero sin cámaras ni micrófonos, ni nominados y expulsados, y con gente que hablaba en diferentes idiomas). Teníamos que estar explicando casi todo el tiempo que no éramos pareja, e incluso hasta llegamos a pensar en mandar a estamparnos una remeras con la leyenda “estoy sola”, o “no somos novios”. Cada vez que veía algún chico lindo por la calle, Edu decía: “te estoy escupiendo el asado, che”. Sin embargo, por más chico lindo que se cruzase, yo lo seguía extrañando a El y hubiese querido que compartiera conmigo siquiera un tercio de todo lo que estaba viviendo. Tilcara tiene una mística muy diferente a Purmamarca. Es un pueblo más grande, con callecitas empedradas y tiene mucha, pero mucha onda. Comer salchipapas con una Norte bien fría en la plaza era lo más de lo más. En un puestito de artesanías enfrente de las ruinas de Tilcara conocimos a Esther, una s

Loca y Norte II: fui con mi tristeza, fui para pelear

La tucumana se bajó del micro en Tucumán, y en unas horas más, llegaba a Jujuy. El plan inicial era recorrer la ciudad, hacer noche y al día siguiente viajar hasta Tilcara. El plan se desmoronó cuando bajé del micro y lo ví a Edu esperándome. Era el mediodía. Fuimos a comer, y en el medio de un plato de fideos con salsa me fue contando todas las novedades de su viaje: los lugares que había visitado, la gente que había conocido, la quiaqueña con la que había estado, la mochilera francesa de la que se había enamorado y con quien posiblemente se reencontraría en Salta en un par de días. San Salvador de Jujuy es lo más parecido a José C. Paz con montañas que podría describir en mi vida. Así que, en vistas de las circunstancias, huimos de esa ciudad con rumbo a Purmamarca. En el micro, entre mate y mate, Edu me preguntó cómo habían quedado las cosas con El. Yo le conté que antes de sacar el pasaje le había declarado mi amor y mis ganas de estar juntos, y que El había declarado que aunque se

Loca y Norte I : Ajustáte el cinturón

No tengo ninguna pista sobre la causa que me impulsó a elegir el destino. Lo único que se, es que algún día del mes de agosto empecé a decir que me iba a ir de vacaciones al norte. No se porqué. No me inspiraron fotos de alguno de los paisajes, ni un testimonio de alguien que haya estado ahí. No se de dónde saqué la idea. Lo que cierto es que, un 15 de febrero estaba sacando pasaje para viajar el 17 a Jujuy. De casualidad, por esos días andaba dando vueltas por el norte mi amigo Edu. En Buenos Aires habíamos acordado encontrarnos en alguna parte del camino para recorrer un tramo del trayecto juntos. Ni bien tuve el pasaje en la mano, le mandé un mail confirmando que el 18 estaría llegando a Jujuy. Al día siguiente, recibí como respuesta que no estaba seguro si podría pasar a buscarme. Así las cosas, armé la valija, le dejé a Almendra algunas recomendaciones para que pase de vez en cuando por el departamento a ver al gato, cerré la puerta y me fui. Durante las 20 horas que duró el viaje

Mientras me abrazaba el sol

Mirando lejos, a la nada y al todo Escuchando las palabras que te susurra el viento en el medio del silencio Dejando entrar por los poros a los millones de partículas microscópicas que contienen una pista del misterio de la existencia. Mirando lejos. Estando lejos, pero acercándose a lo profundo Escuchando lo que te dicta la sangre, porque en definitiva, ahí están las respuestas.