A veces la verdad viene sola. Un día cualquiera, digamos un sábado, a las 7 de la tarde. Te sienta enfrente, se pide un cappuchino y un café en jarrito para vos, porque sabe tus gustos sin haberlos sabido antes. Y entonces empieza a escupirte en la cara. Para ella son partículas microscópicas de saliva, pero cuando llegan adónde estas sentada se transforman en un moco pegajoso que se te pega en el corazón, la garganta y no te deja respirar.
Entonces es cuando te das cuenta de que lo que viene a decirte no te es tan ajeno. Que en realidad, durante este tiempo te estuviste tapando los ojos con las manos, y aunque de a ratos abrías los dedos para espiar, el miedo que te daba lo que veías hacia que volvieras a cerrar la mano.
Ahora no te queda otra. La verdad esta ahí adelante. No te podes escapar. No podes decirle que estás ocupada con otras cosas. La enfrentas, la escuchas. Y sin darte cuenta, al mirarla a los ojos, vas perdiendo el miedo. Te sacas la mochila que sin saber venias llevando desde hacia meses. Te sentís liviana y te das cuenta de que es el momento de empezar otra vez.
Entonces es cuando te das cuenta de que lo que viene a decirte no te es tan ajeno. Que en realidad, durante este tiempo te estuviste tapando los ojos con las manos, y aunque de a ratos abrías los dedos para espiar, el miedo que te daba lo que veías hacia que volvieras a cerrar la mano.
Ahora no te queda otra. La verdad esta ahí adelante. No te podes escapar. No podes decirle que estás ocupada con otras cosas. La enfrentas, la escuchas. Y sin darte cuenta, al mirarla a los ojos, vas perdiendo el miedo. Te sacas la mochila que sin saber venias llevando desde hacia meses. Te sentís liviana y te das cuenta de que es el momento de empezar otra vez.
Comments
Pero es difícil. Y es más ¿Sabés que es lo más difícil de hacer cuando estas a punto de emprender un nuevo viaje y/o camino…? Empezar. Y a esto le agregamos el hecho de que también es complicado: animarse, sanar, perder el miedo y hacer sobrar las sonrisas cuando el horno no está para bollos. Es difícil. Pero no imposible. Jamás. Además, uno ya viene “pateando” por muchos lugares y ya ha experimentado muchas vivencias, he aquí el segundo gran desafío: aplicar lo aprendido.
Señorita, le animo a seguir adelante. Usted puede. Le mando mis más humildes, afectuosos y grandes saludos y cariños varios.
La aprecia y quiere
“Péndelo? Naa!”
Solnix: Gracias.. y saludos
Guza: ajá, por eso el título del post. Besos!
No quiero que una verdad venga a hablarme cara a cara mientras em escupe pedacitos de algo!