Skip to main content

De primeras y ultimas veces

Las dos primeras veces que te vi era de noche, y había tomado mas de una cerveza.

La primera vez pense que eras gay, la segunda, lo único que me preguntaba era por qué tenías puesto un saco tan grueso si con el calor que hacía la cerveza se había calentado con solo mirarla.

La tercera vez que te vi, después de ocho meses del primer encuentro, y de dos del segundo, también era de noche, pero estaba amaneciendo. Me pasaste a buscar, y nos fuimos a Mar del Plata.

Las dos primeras veces que te vi, estaba sentada con El, para la tercera El ya estaba en mi cabeza.

La primera vez que vimos la luna reflejada en el mar no estábamos enamorados, la primera vez que me agarraste la mano fue para cuidarme de un borracho, la primera vez que nos emborrachamos juntos ni nos tocamos y la primera vez que dormimos juntos, no nos acostamos.

La segunda vez que nos vimos: nos besamos, dormimos, nos acostamos y soñamos.

Para la tercera vez que nos encontramos yo estaba llorando por El.

La ultima vez que nos vimos: nos besamos, nos acostamos, nos abrazamos, nos dormimos y soñamos, y pensamos que El podía aparecer, pero ya no nos importaba.

La ultima vez que nos vimos era de noche y yo supe que iba a ser la ultima vez.

La ultima vez que nos vimos fue la primera vez que empecé a pensar que me estaba enamorando de vos.

Comments

¨ce_ said…
Esa mala costumbre que tenemos de darnos cuenta tarde de las cosas importantes...
El karma de ser mujer.
Anonymous said…
guau ...!!! se me puso la piel de gallina mal ....

guauuuu ... nunca es tarde ( y no por frase echa) anda locaaa tocale el timbreeee!!!
LocaComoTuMadre said…
Me encantan los juegos de palabras, y realmente me encantó el final...

Besotes tocaya!
Lolette said…
Intentalo o sigue pero no lo pienses...
Lolette said…
Escribes genial
Anonymous said…
Me agarraste, como quién dice... susceptible/sensible... Ahora digo, por qué es todo tan loco a veces? Como hacerte entender lo que no entiendo. O quizás si, pero no. Pienso. Me pongo mal. Me enredo. Me vuelvo a preguntar: Por qué es todo tan loco a veces...? Me auto respondo vía interna: nosé! Casi lloro.
Pendex! te quiero, lo sabés... Cuidate!
La Profuga said…
las mujers nos terminamos dando cuenta un tanto tarde...pero quizas si buscas retroceder un rato no sea tan tarde como pensas
beso
Loca_Sola said…
Ce: Entonces no me pasa a mí sola... bueno, me quedo mas tranquila...
Jime: EHHH!???.. COMPOSTURA??!!.. JAJAJ.. a la mierda!
Vane: jaja.. bueno. Acá entre nos. Este post fue medio una tocadita de timbre.
Loca: Gracias, besos para vos tambien!
Lalo: jaja.. es que necesitaramos una actualización vía MSN..igual, algo te conté. Si, estoy bien. Gracias amigo. Te quiero.
Carol: Gracias, por los consejos y por el piropo.
Miss: Gracias y saludos!!
Vos: nene. No te quería hacer llorar. Tampoco te quería meter en ese quilombo en el que se abrá transformado tu cabeza. Solamente quería que lo supieses. Yo también te quiero mucho.
Pipita: A veces no se puede retroceder. Solo seguir para adelante. Besos y gracias!!
solnix said…
muy buen post loca... me encantó! gracias pro compartir todo esto y de esa forma tan linda. beso de noche, sol
Anonymous said…
Excelente post. La elipsis de todo lo que podría decirse y no se dice intensifica la tristeza del final.

qué cosa triste
Naïfa said…
Buenísimo!

Popular posts from this blog

No, Marcela no está.

La firmante declara que los hechos que se narrarán a continuación ocurrieron en las primeras horas del domingo, y que bajo ninguna circunstancia se encontraba bajo los efectos de ningún estimulante. Siendo las 12.30 de la madrugada del domingo, suena el portero del departamento que comparto con gato. Era Lula. Me pongo mis pantuflas rojas con corazón azul y bajo a abrirle la puerta. Cuando me dispongo a abrir la puerta de entrada, diviso que detrás de Lula aparece un sujeto, de unos 35 años, castaño de tez blanca. Pensando que tal vez el sujeto estaría aprovechando que abriese la puerta para entrar al edificio, esperé a que sacase la llave (si es que vivía en el lugar) o en su defecto tocase el portero. Pero nada de eso ocurrió. El sujeto miró a Lula y le preguntó en un tono coloquial: -¿Está Marcela?!. Ante esta pregunta, Lula entre asombrada, risueña y algo asustada, me mira a mí, lo mira al sujeto y le dice: -No sé de lo que me está hablando. Tras la respuesta, el sujeto me mira a m
No hay muestra mayor de compromiso que dar las llaves de la casa, departamento, habitación de pensión, lo que sea que fuese la morada de una. El compromiso no se demuestra con hechos, con presentar la familia, ni siquiera con un anillo. No. Darle las llaves a otro no es un hecho dejado al azar, no es una cuestión de practicidad, no es “para no bajar a abrir a la mañana”, para “que le vayas a cambiar las piedritas al gato”. No. Dar las llaves es “dar las llaves”. A razón de verdad, yo di mis llaves una sola vez. Fue un acto ingenuo, casi obligado y con el que cargué mucho tiempo. El también me dio sus llaves. Finalmente, el devenir de los hechos hizo que sus llaves terminaran fundiéndose con muchas otras en el Monumento al Che, las mías vaya a saber dónde, pero bueno, ese es otro tema. Por eso, yo ahora ando con mi par de llaves, otro en la casa de Almendra y otro en lo de Perro. Nada más. Ni a mi madre. Las llaves son una cuestión muy íntima. Y hace un par de semanas, cuando le quise b

Pesadilla

 Te me apareciste en un sueño. Yo te decía que por favor tuvieras cuidado porque en los próximos meses te ibas a morir. Vos me decías: ¡¿qué?! Mientras te reías en esa media lengua que mantenía lo universal de la sonrisa compartida.  Y te seguías riendo, como si fuera un disparate.   Y sí, lo era. Y sí, aún lo sigue siendo. Aunque sea increíblemente real.