La verdadera cara de los domingos se da a conocer con la escolaridad. Ya desde aquel entonces la caída de la tarde dominguera nos empieza a martirizar: porque no hicimos la tarea, porque nos olvidamos que teníamos que comprar el mapa de Europa con división política, porque al día siguiente nos tendremos que encontrar con ese compañerito que nos odia y odiamos en igual manera, porque no estudiamos para la prueba, porque tenemos que madrugar, o por lo que sea. Es en esa etapa cuando empezamos a convivir con un sentimiento que nos acompañará por el resto de nuestras vidas: la depresión de los domingos.
Más adelante, ya en nuestra vida adulta se emparentará con lo laboral, pero ¿un domingo deja de ser menos domingo para las personas que ocupan ese día trabajando? Suponiendo que, su franco sea, por ejemplo, lunes y martes, ¿el martes a la tarde adoptaría el mismo patrón que un domingo, para esas personas? ¿La solución será entonces trabajar los domingos?
Porque me encanta echarle la culpa de todos los males al sistema, voy a decir que, justamente gracias al sistema los domingos se llevan el peor papel de todos los días de la semana.
Si los días fuesen personas, nadie seria amigo de domingo. Porque recordaría el fin del poco tiempo de ocio y los largos días repletos de obligaciones. Sería una persona nostálgica, depresiva, negativa. Todos serían amigos de viernes por su esperanza, de sábado por su aire afable y relajado y de jueves por su picardía. Pero de domingo no.
Uno los puede pasar solo o acompañado, con pareja o amigos, pero la sensación es siempre la misma, inequívoca. A veces más y otras menos intensa; pero cuando uno apoya la cabeza en la almohada esa noche de domingo no es lo mismo que si fuese miércoles, jueves o cualquier día de la semana.
Porque es domingo. Y cuando nos despertemos será lunes y luego martes y miércoles; y entraremos otra vez en el circulo de la rutina. Y otra vez volverá el domingo, con su tarde cayendo lenta e inexorablemente, con los partidos de fútbol y los diarios, y todas nuestras ganas de escaparle a ese domingo y a todos los otros que están por venir. Y no porque deseamos que sea lunes, sino por la depresión intrínseca de los domingos.
Sea como fuese, los domingos van a seguir existiendo con su carga gris y su venidero lunes. Habrá que ver como puede hacerse uno amigo de los domingos.
¿Y si la semana que viene le digo de salir a tomar una cerveza?.
Más adelante, ya en nuestra vida adulta se emparentará con lo laboral, pero ¿un domingo deja de ser menos domingo para las personas que ocupan ese día trabajando? Suponiendo que, su franco sea, por ejemplo, lunes y martes, ¿el martes a la tarde adoptaría el mismo patrón que un domingo, para esas personas? ¿La solución será entonces trabajar los domingos?
Porque me encanta echarle la culpa de todos los males al sistema, voy a decir que, justamente gracias al sistema los domingos se llevan el peor papel de todos los días de la semana.
Si los días fuesen personas, nadie seria amigo de domingo. Porque recordaría el fin del poco tiempo de ocio y los largos días repletos de obligaciones. Sería una persona nostálgica, depresiva, negativa. Todos serían amigos de viernes por su esperanza, de sábado por su aire afable y relajado y de jueves por su picardía. Pero de domingo no.
Uno los puede pasar solo o acompañado, con pareja o amigos, pero la sensación es siempre la misma, inequívoca. A veces más y otras menos intensa; pero cuando uno apoya la cabeza en la almohada esa noche de domingo no es lo mismo que si fuese miércoles, jueves o cualquier día de la semana.
Porque es domingo. Y cuando nos despertemos será lunes y luego martes y miércoles; y entraremos otra vez en el circulo de la rutina. Y otra vez volverá el domingo, con su tarde cayendo lenta e inexorablemente, con los partidos de fútbol y los diarios, y todas nuestras ganas de escaparle a ese domingo y a todos los otros que están por venir. Y no porque deseamos que sea lunes, sino por la depresión intrínseca de los domingos.
Sea como fuese, los domingos van a seguir existiendo con su carga gris y su venidero lunes. Habrá que ver como puede hacerse uno amigo de los domingos.
¿Y si la semana que viene le digo de salir a tomar una cerveza?.
Comments
saludos
señorita loca: leo su blog desde hace un tiempo y,
realmente,
he llegado a convertirme en una simil fan =)
saludos!
Siempre uno tiene un compañero buchon, un flaco que es patadura en el equipo, un trepado, un garca...
Eso siempre es ley, alguien tiene que tener la culpa
Bueno besos
Arrivederchi
Besos!
(PD: Cómo sangra el Anónimo!!!)
Hasta la tv es medio mierda los domingos, eso no ayuda.
Hemm, buen nada.
Anónimo no tiene vida propia y es un cagón NN.
De última Cosmopolitan se vende un montón, o no?
Y ahora si me voy.
multiplos de 3: 1, 2, domingo, 4, 5, domingo!
hasta asi es una mierda el dia! :P
nat99
=P
Salu2, gato.
Lamismadesiempre: Gracias!! muchas!!!.. Beso!
El pollo: será que el domingo será el chivo expiatorio. será. gracias por psar.
juan: te imaginás!? y mirá que yo tengo una cosa extraña con eso de los nombres. vaya a saber. besos!
Myris: si, laburar es una mierda. y la tele también, si Cosmopolitan se vende y lo peor es que ya labro en una revista de mierda y bue. besos nena!!
La99: jaaaaaaaaaaaaa. con soldan eran un poco mejor, no (?). besos nena!
Myris-Juan: no voy a entrar en una polemica por lost. y no se peleen..
Gato: debe ser. gracias por psar!