Skip to main content

Conexión

Yo estaba triste. Si, acá no se notaba, como no se me nota en la vida. Pero estaba triste. Por lo de El, y por otra cosa que pasó el miércoles. Tampoco voy a andar contándoles todo, che. La cuestión es que sonó el celular con la musiquita de Iván. Hacía mucho que no la escuchaba sonar. Atendí, era Ivan preguntándome como estaba. Que había soñado conmigo. Y me contó los sueños. Tal cual me había pasado. Y me dijo que había soñado que estaba triste. Y se me puso toda la piel de gallina. Y le dije que otro día le contaba bien. Y le corté. Y ahora sonaba la musiquita de dimensión desconocida de fondo.
A ver Iván, si soñás que me saco el loto, che. Y si, leo tu blog. Y no, los chistes de gallegos siguen sin hacerme reir. Pero gracias igual. Un beso, lindo.

Comments

Una Pepina said…
loquita,
no estaría mal sacarse el loto no?
No compra la felicidad pero le pone paliativo.
Muchos besoooZZZZZ$$$$
Una Pepina
ele said…
oh. y hace 4 dias que me duele la panza. era un descargo nomás.
Anonymous said…
Animo niña!!!!
ahora entre nosotras yo tambien quiero ser amiga de Iván y que me tire data :-)
besos y fuerzas!
la enmascarada said…
Besote loca, no se me bajonee. Póngase en flor de loto, que eso ayuda (a falta de otro loto)
Loca_Sola said…
1 Pepina: Siii.. que paliativo...
Tuga: :)!
la malcontenta: descargá, querida, que por eso te debe doler la panza.
deapoco: jaja.. si querés, te lo presento.
la enmascarada: Cómo es ponerse en flor de loto?.. besos!!
Eve: Si, el mismo...
Anonymous said…
That's a great story. Waiting for more. »

Popular posts from this blog

No, Marcela no está.

La firmante declara que los hechos que se narrarán a continuación ocurrieron en las primeras horas del domingo, y que bajo ninguna circunstancia se encontraba bajo los efectos de ningún estimulante. Siendo las 12.30 de la madrugada del domingo, suena el portero del departamento que comparto con gato. Era Lula. Me pongo mis pantuflas rojas con corazón azul y bajo a abrirle la puerta. Cuando me dispongo a abrir la puerta de entrada, diviso que detrás de Lula aparece un sujeto, de unos 35 años, castaño de tez blanca. Pensando que tal vez el sujeto estaría aprovechando que abriese la puerta para entrar al edificio, esperé a que sacase la llave (si es que vivía en el lugar) o en su defecto tocase el portero. Pero nada de eso ocurrió. El sujeto miró a Lula y le preguntó en un tono coloquial: -¿Está Marcela?!. Ante esta pregunta, Lula entre asombrada, risueña y algo asustada, me mira a mí, lo mira al sujeto y le dice: -No sé de lo que me está hablando. Tras la respuesta, el sujeto me mira a m

Pesadilla

 Te me apareciste en un sueño. Yo te decía que por favor tuvieras cuidado porque en los próximos meses te ibas a morir. Vos me decías: ¡¿qué?! Mientras te reías en esa media lengua que mantenía lo universal de la sonrisa compartida.  Y te seguías riendo, como si fuera un disparate.   Y sí, lo era. Y sí, aún lo sigue siendo. Aunque sea increíblemente real. 
Todavía no llegábamos a los 30. Vos estabas destruida porque te acabas de enterar que se había muerto un amigo en un accidente de auto. En medio de la desolación e incomprensión absoluta me dijiste: - Y claro, ¿sabés por qué se murió Juli? Porque no era de este mundo. Era demasiado especial para seguir acá. Hoy, en el medio de mi incomprensión absoluta, recordé de golpe ese diálogo. Y entiendo que una vez más tenías razón, Lula. Eras demasiado especial para seguir en este mundo.